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Por: Damián Briceño

La Corte Suprema de la Nación dictaminó el pasado lunes un duro golpe a los miles de migrantes que se encuentran dentro de los Estados Unidos bajo protección legal al emitir un fallo unánime que les niega la solicitud de la residencia permanente.

La juez Elena Keagan afirmó mediante un escrito oficial que: “El programa TPS otorga a los extranjeros el estatus de no inmigrantes, pero no los admite. Entonces, la concesión de TPS no hace que un participante ilegal sea elegible” para una green card, pues la ley federal de inmigración prohíbe a las personas que ingresaron al país ilegalmente y ahora tienen un estatus de protección temporal (TPS) solicitar green card para permanecer en el país de forma permanente.

Esta designación aplica solamente con personas que provienen de países devastados por desastres naturales o guerras. Los protege de la deportación y también les permite trabajar de manera legal. El fallo no afectaría de ninguna manera a aquellas personas que ingresaron al país de manera legal y luego se quedaron en el país después de que venciera su visa. Como dichas personas ingresaron al país legalmente y posteriormente obtuvieron acogida por protección humanitaria, ellos sí pueden solicitar su residencia permanente.

El TPS permite trabajar legalmente en Estados Unidos mientras el Gobierno de este país asegure y determine que no existen condiciones seguras para que estas personas regresen a su país de origen. Actualmente hay 400,000 personas de 12 países con estatus TPS.