Por: Alex Valenzuela
Pocas historias en la vida real son tan parecidas a las hechas por guionistas profesionales de películas; la historia del pan de caja Dave’s Killer Bread es una de ellas.
En 1987, Dave Dahl era un adicto a las drogas de Portland, Oregon que estaba en la cárcel por haber entrado a robar a una casa, pagando una sentencia que lo mantuvo ahí por alrededor de 15 años.
Entrando el nuevo milenio, en el 2001 Dave ya renovado en cuanto a sus metas en la vida, finalmente pudo regresar a trabajar a la panadería de su familia, en donde puso especial atención haciendo pan orgánico y finamente dulce.
Dahl llevaba sus piezas completas de pan a los mercados locales y de productores, envueltas en un empaque en donde su propia historia era contada. Poco después se daría cuenta que el hecho de contar su pasado en la envoltura del pan era, al contrario de vergonzoso, una idea genial que inspiraba y llamaba la atención de los medios de comunicación y los fans.
Por años, Dave recibió varias ofertas para adquirir el negocio de su sabroso pan, y fue hasta el 2015 que finalmente la familia Dahl vendió todo el business por nada más y nada menos que $275 millones de dólares.
Hoy en día, Dave’s Killer Bread es famoso por tener una caricatura del propio Dave Dahl con una guitarra eléctrica en la envoltura, y vende más de una docena de diferentes tipos de pan en las tiendas de abarrotes o en grandes negocios y cadenas de comida como Winco o Walmart.
Una historia increíble.